Agencia de fotografía y video para catálogo profesional. Pasión, imaginación y diseño

Experiencia y Clientes

Experiencia

Me apasiona la fotografía publicitaria. Es un reto emocionante trabajar en busca de un resultado concreto: vender un producto. Y esto es lo que hace ser a la fotografía publicitaria uno de los mundos más creativos. Mi experiencia me ha enseñado que para vender hace falta imaginación.

 

Ya no es suficiente con simplemente fotografiar. Buscar la diferencia, resaltar los valores de un producto o convertir cualquier objeto en algo deseable, es mi objetivo.

 

Una buena fotografía publicitaria debe ser eficaz, y eso es algo que puede medirse. La calidad va unida al resultado comercial. En comparación con otras modalidades, la fotografía publicitaria no queda en algo tan subjetivo como la belleza en sí o la coherencia del discurso del artista. 

 

Aumentar las ventas, el prestigio o la popularidad de una marca son la meta que me planteo a la hora de abordar un trabajo. En fotografía publicitaria siempre debo contar con las expectativas de mi cliente.

Clientes

Cuando tratamos de convertir un producto en objeto de deseo, la experiencia es realmente importante pero no lo es todo.

 

En la fotografía publicitaria, necesitamos contar con medios técnicos de primera (cámaras, iluminación, software de edición, atrezo…) y rodearse de los mejores profesionales (maquilladoras, estilistas, modelos, ayudantes de cámara) es esencial.

 

La versatilidad en este medio es algo imprescindible. Para cada uno de mis clientes el trabajo se ha planteado y desarrolla de forma diferente. Cada cliente es único y requiere de una atención especial.

 

A lo largo de mi carrera como fotógrafo publicitario he tenido la ocasión de trabajar para multitud de marcas, y la variedad y disparidad de trabajos ha sido un hecho:

Fotografía de hogar, bodegones fotográficos de bazar de un par o infinidad de elementos.

 

He tenido la necesidad de manejar la luz con bisturí para fotografiar objetos preciosos como joyas, industriales, artículos de moda, de perfumería o vehículos que siempre suponen un gran reto.

 

Realizar enormes producciones en las que se ha requerido de una meticulosa preproducción e impresionantes despliegues técnicos en sesiones maratonianas junto a la intervención de otros profesionales.

 

Lidiar con auténticas esculturas culinarias en trabajos de fotografía publicitaria de restauración.

 

O pelear con la iluminación natural hasta conseguir impresionantes y majestuosas fotografías de edificios y monumentos.